Tomás Sepúlveda:
Hoy me corresponde decirte unas palabras, no es una despedida, nunca la hubo, (sólo distancia por temas laborales), decir hasta que nos volvamos a ver.
Tomás fuiste un gran Docente y dejaste huella en tu paso por esta Institución, por tu carisma, sentido del humor y gran habilidad para conquistar las almas juveniles hacia tu asignatura. Sumado a ellos los consejos que fueron escuchados por muchísimos estudiantes y que gracias a éstos pudiste modificar su actuar o mostrar caminos, buscar soluciones. Sin claudicar entregaste tus conocimientos.
Destacable en ti: tu trato respetuoso, afable, tranquilo, el cual hacía destacar tus virtudes, siendo reconocido por tus pares y jefatura.
No me cabe la menor duda que dónde los pasos de una vida espiritual te lleven, has de conquistarla y busca en ella las metas que sólo por designio del tiempo quedaron sin cumplir en tu vida terrenal, lleva contigo el cariño de quienes te conocieron y comprendieron el significado de la palabra Docencia encarnado en ti. Ahora Tomás es hora ya de ir y cultivar otras esferas de luz, que para los que quedamos nos son vedadas. Dios te acompañe.
Te recordaremos con cariño Amigo, Colega, Profesor.
En representación de la Comunidad Gregoriana
Silvia R. Silva Rojas
Sostenedora y Rep. Legal